domingo, 24 de febrero de 2013

Secreto ibérico al Pedro Ximénez

¡Hola a tod@s!

¿Como os va la vida? Que los problemas del día a día no os impidan sentaros a la mesa con una buena comida y mejor compañía. Ya estoy de vuelta con otra receta, esta vez con algo sencillito y muy resultón. Empezamos:


INGREDIENTES

1 secreto ibérico (podemos sustituirlo por presa, secreto de cerdo, solomillo...)
1 bolsa de puré de patata
1 vaso grande de Pedro Ximénez
1 puerro
1 cucharada de azúcar
1 cucharada de miel de caña
Harina
Romero
Perejil
Agua
Aceite
Sal

Como os comentaba, la receta de hoy es fácil fácil. Yo la he acompañado con puré de patata de bolsa (lo reconozco, cuando llego por la noche cansado de trabajar a veces hago trampas...) y puerro frito, que le da un sabor genial y es rapidísimo de hacer, pero siempre podéis sustituirlo por unas patatas fritas o algo de verdura salteada.

En cuanto al secreto ibérico, podemos sustituirlo por presa ibérica, secreto de cerdo normal o un solomillo de cerdo... pero recordad pedirle a vuestro carnicero que os lo filetee finito.

Y por último, el Pedro Ximénez. No soy para nada un experto en vinos, pero se trata de un tipo de uva procedente de zonas costeras, que le da nombre al vino dulce que de ella se obtiene. Yo he usado el más barato que había en el super, pero ya me valió unos 6 euros creo recordar. No es un vino barato, pero el sabor característico que da es único.


Como veis en la foto, ya tengo el puerro abierto al medio y cortado en tiras finitas, y la harina mezclada con agua fría, que nos servirá luego para espesar la reducción (igual que como lo hace el gran maestro, Karlos Arguiñano). Ponemos aceite a fuego fuerte, y cuando esté bien caliente doramos el puerro un par de minutos. Sacamos del fuego, ponemos en papel secante y reservamos.


Por otro lado, en una cazuela calentamos el Pedro Ximénez directamente a fuego medio, y dejamos que vaya reduciendo. Cuando veamos que ha reducido a más de la mitad y esté algo más espeso, incorporamos una cucharada sopera de miel de caña y otra de azúcar, que ayudarán al vino a coger sabor. Aquí podemos incorporar también si tenemos un poco de foie fresco, y dejarlo que se deshaga en la salsa (triturándolo con una batidora para que no queden grumos), que le dará un toque muy bueno al vino. Yo esta vez, como no tenía, no lo puse. Una vez tengamos todos los ingredientes mezclados en la cazuela, vamos introduciendo la harina deshecha en agua fría, poco a poco y sin para de remover, hasta conseguir el espesor deseado. Ya tenemos la reducción.

Preparamos una sartén (si tenéis plancha mejor) bien caliente con un par de cucharadas de aceite de oliva, salamos los filetitos y cocinamos a fuego fuerte un par de minutos por cada lado.


Finalmente, preparamos el puré de patata como indiquen las instrucciones (a mi al final además me gusta ponerle un poco de romero y de perejil picado). Ya solo nos queda emplatar.


Y aquí me veis con mi cervecita (yum!) a punto de hincarle el diente, después de un duro día de trabajo (las mejores y más baratas impresiones y fotocopias de Madrid en Copialo, calle Béjar, 13 www.fotocopiasenbarriosalamanca.com ) y con mis princesas al lado.

Espero vuestras propuestas y críticas, gracias a todos los que me seguís y no comáis cosas que harían vomitar a una cabra, ¡hasta la próxima!

miércoles, 20 de febrero de 2013

Risotto con bacon y manzana

¡Hola a tod@s!

De nuevo aquí, intentando hacer algo nuevo para llevarnos a la boca. Hoy, un risotto; una comida que a las mujeres les encanta (ya sabéis chavales, las tendréis rendidas a vuestros pies). La receta de hoy nos llevará algo más de tiempo que otras anteriores, pero si le dedicáis un ratito os quedará un plato espectacular.


Lo voy a hacer con manzana y bacon. ¿Por qué? Porque es lo que tenía por la nevera. Al igual que la fideuá, el risotto admite casi cualquier alimento, así que probad cositas nuevas y me contáis. ¡Al lío!

INGREDIENTES

250 grs. arroz (yo he usado bomba, pero el que más os guste irá bien)
75 grs. bacon en tiras
1 manzana roja
1 puerro
1 cebolla
3 dientes de ajo
Caldo de verduras
Queso Parmesano
Pimienta
Perejil
Aceite
Sal

Lo primero de todo es poner a calentar el caldo de verduras. Yo he usado uno de los que vienen ya hechos (¡trampas!) por tiempo, pero si no siempre podéis hacer uno casero con las verduras que tangais por casa. Es importante tener el caldo caliente para que cuando se lo vayamos incorporando al arroz, no le rompa la cocción con diferencias de temperatura.


Lo siguiente es saltear un poco el bacon en el mismo recipiente donde vayamos a cocinar. Un par de minutos a fuego medio para que suelten sabor y reservamos.


Picamos los 3 dientes de ajo, el puerro y la cebolla bien finitos, y lo cocinamos a fuego bajo hasta que se pochen bien. Incorporamos sal para que los alimentos se vayan deshaciendo.


Cuando nuestro sofrito haya cogido color, incorporamos el bacon salteado y la manzana bien picadita (le dejamos la piel para que le de color al plato final). Removemos bien y dejamos que se cocine un poco la manzana.

Lo siguiente es echar el arroz y mezclarlo bien con los ingredientes. A partir de ahora, no nos podemos separar de la cazuela. Debemos ir incorporando caldo caliente poco a poco, de manera que cuando el arroz lo haya absorbido incorporemos más. Además hay que ir removiéndolo continuamente para que no se nos queme o se quede demasiado seco.


Con paciencia incorporaremos caldo hasta conseguir que el arroz esté a nuestro gusto. En este proceso incorporamos también la pimienta y el perejil.


Cuando veamos que el arroz está meloso y bien cocinado, apagamos el fuego, rectificamos de sal e incorporamos queso parmesano rayado. ¡Removemos bien y a jalar!.


Ya sabéis que estoy deseoso de que me pongáis comentarios, críticas y sugerencias, así como cualquier tontería que se os ocurra. Saludos esta vez para mi amigo Roberto, gran seguidor del blog y que está ahora mismo en boxes (¡que te mejores!), y para mi gordita, que aunque Clara la esté dando un embarazo complicado, siempre tiene una sonrisa para mi cuando llego del trabajo.

¡Saludos y no comáis cosas que harían vomitar a una cabra!

domingo, 17 de febrero de 2013

¡Tomando ideas!

¡Hola a tod@s!

Nos hemos tomado un fin de semana de descanso celebrando San Valentín (nuestro último viaje antes de que nazca Clara, nos toca hacer reposo), y he aprovechado para tomar ideas gastronómicas con las que sorprenderos. Hemos estado en San Sebastián, ya que no lo conocíamos, y nos ha encantado.


Os dejo algunas fotos de los pintxos que se gastan por el norte, vais a flipar. Pequeñas obras de arte culinario, e infinidad de bares donde degustarlos.

A destacar el A Fuego Negro (www.afuegonegro.com), en la zona vieja. Comimos un menú gastronómico a base de pintxos sorpresa, 45 € por barba (había otra opción más escueta por 35 €) bebidas aparte. Sólo voy a deciros que ha sido la comida más original de mi vida, os recomiendo a todos los que paséis por la ciudad que visitéis el sitio.

Os dejo solo un par de ejemplos, ya que no quiero estropearle la sorpresa a alguien que vaya a ir (¡hay que descubrirlo por uno mismo!), como por ejemplo este lienzo de patata, el cual  había que pintarlo con distintas salsas y un pincel.


Os animo a que viajéis y conozcáis cosas nuevas, a que comáis cosas que harían vomitar a una cabra, y a daros un gustazo siempre que podáis  ya sea una buena comida, esas zapatillas que tanto te gustan o esa cerveza en el bar con los amigos, porque al fin y al cabo esos son los momentos que cuentan.

Saludos a Rafa y Eva, fieles seguidores del blog y magníficas personas (fue un placer coincidir por el camino), así como a su hija Alicia, y también a todos los que me animáis a escribir más entradas. Me gustaría también recibir vuestras peticiones, ya sea de alguna receta en concreto, o de algún alimento que no sepáis que hacer con él.

¡Saludos y hasta la próxima!

domingo, 10 de febrero de 2013

Conejo al ajillo

Hola a todo@s!

¿Que tal lleváis el fin de semana? Espero que bien, así que os traigo una receta facilita, de las de toda la vida, para recuperar fuerzas. ¡Al turrón!


INGREDIENTES

1 conejo
1 cabeza de dientes ajo
Vino blanco
Pimentón
Tomillo
Perejil
Laurel
Aceite
Sal

Esta receta, además de ser de lo más sencillita, su sabor os recordará al de los guisos de las madres y abuelas. Probadlo y me contáis.

Lo primero de todo es decirle al carnicero que os despiece y os limpie el conejo. Una vez hecho esto, ya tenemos lo más difícil. Echamos un buen chorrito de aceite en la cazuela y calentamos a fuego medio. Introducid las piezas de conejo a la sartén, saladas y con el tomillo, para que se vayan dorando.



Una vez que hayan cogido color (de 10 a 15 minutos), introducimos los dientes de ajo y el perejil bien picadito, así como un vasito más o menos de vino blanco (si no tenéis podéis usar también cerveza, cava, vinagre...) Añadimos sal y una hojita de laurel, removemos y dejamos cocinar otros 10 minutos, hasta que todo el alcohol se evapore.


Cuando esté prácticamente hecho, introducimos una cucharada de pimentón (dulce o picante, al gusto), removemos y dejamos cocinar otros 5 minutitos.


Y cuando tenga este color, ya estaría listo para servir. Como veis, rápido, sencillo y con fundamento, como diría Arguiñano. Cena de diez para sorprender a la pareja.


Sois muchos los que me seguís y comentáis las recetas, y yo os lo agradezco, pero sé de buena tinta que muchos de vosotros luego no las ponéis en práctica (¡pillines!). Os animo a demostrar vuestro amor hacia otra persona cocinando para él, veréis lo gratificante que puede llegar a ser para uno mismo.

¡Que empecéis bien la semana y hasta pronto!

viernes, 8 de febrero de 2013

Alias Sureñas

Hola a tod@s!

Ya estoy aquí de nuevo, esta vez con una receta más facilita que la anterior, una manera de comer alitas de pollo de una forma diferente. ¡Al lío!


INGREDIENTES:

Alitas de pollo (evidentemente, las que queráis)
1 bolsa hermética (tranquilos, no nos la comeremos)
Leche
Harina
Especias (igual, las que más os gusten)
Aceite de girasol
Sal

Lo primero de todo es limpiar bien las alitas y trocearlas. Yo sólo dejo las dos partes mayores, la otra la tiro, pero podéis dejarla si os gusta. Una vez hecho esto, sumergiremos los trozos de pollo en leche, guardad el recipiente en la nevera e iros a jugar un rato a la consola (pero solo un rato!).


Lo siguiente que vamos a hacer el especiar la harina. Para ello, mezclaremos en un bol la harina con las especias que más os gusten. Yo me he vuelto loco y he usado ajo en polvo, pimienta, tomillo, curry amarillo, jengibre... (seguro que me dejo alguna). Ya sabéis, probad y me contáis.


Introducimos una pizca de sal, mezclamos todo bien y lo introducimos en una bolsa hermética, como la que veis en la foto.


A continuación, introducimos las alitas mojadas en leche dentro de la bolsa. La cerramos completamente, enroscamos unas cuantas vueltas la parte del cierre, inflando así un poco la bolsa. Ahora lo que hay que hacer es agitarlas bien, como si fueran unas maracas, durante medio minuto aproximadamente. Sacad de la bolsa y reservad.



Ya sólo nos queda freírlas. Preparad un recipiente con abundante aceite de girasol, y calentar a fuego vivo. Pasadlas por al aceite bien caliente hasta que estén doradas. Tened a mano papel de cocina para secarles el aceite sobrante. Hecha unas salsitas en recipientes para poder mojarlas, a nosotros nos gustan barbacoa y mostaza y miel. ¡Cena perfecta!


Y antes de despedirme, agradecer a todos los que comentáis y leéis comescosasqueharianvomitaraunacabra.blogspot.com , sin vosotros no sería posible. ¡Hasta la próxima!

lunes, 4 de febrero de 2013

Fideuá de gambas, sepia y setas

Hola a tod@s!

Ya estoy aquí de nuevo con una nueva receta, esta vez un poco más laboriosa, pero que os hará quedar como auténticos chefs!

INGREDIENTES (para la crema de gambas)

1 kg. de gambones (utilizaremos las cabezas y las colas)
1/2 litro caldo de pescado
2 dientes de ajo
Aceite
Sal

INGREDIENTES (para la fideuá)

1/2 kg. fideos nº 0 (los finitos)
1 kg. de gambones (la carne que no hemos utilizado en la crema)
1 sepia
6 setas grandes (o 10 pequeñas, o 1 y tres cuartos..., las que queráis)
Salsa de tomate
1 cebolla
2 pimientos
3 dientes de ajo
Brandy
Perejil
Pimentón
Aceite
Sal


INGREDIENTES (para el alioli)


1 huevo
1/2 litro aceite girasol
1/4 litro leche
1 diente de ajo
1 chorrito de vinagre
Perejil
Sal

Antes de nada. He comprado esta caja de gambones de 2 kg. en Mercadona (pongo este super porque es donde lo he comprado, no por que me paguen... ejem...) por 13,80 €, lo mismo que valen 2 menús en el Krasty Burguer, así que no me digáis que no es apto para todos los bolsillos. Comed todo lo bien que podáis, la alimentación es fundamental. Ahora si, ¡al turrón!


Vamos a hacer una crema de gambas con la cabeza, las colas, las cáscaras y las patas de los gambones. Este paso lo podéis hacer el día de antes, más tranquilamente, guardándolo siempre en la nevera. También podéis omitirlo, usando gambas congeladas que vienen ya peladas, y sustituyendo la crema por caldo de pescado (casero si tienes, o del que viene ya hecho)



Lo primero que hay que hacer, con un poco de paciencia, es pelar los gambones. Apartaremos la carne, y en una cazuela con un chorrito de aceite, sal y los dientes de ajo troceaditos iremos echando las cabezas y demás. Mientras se cocina, iremos aplastando las cabezas y las cáscaras, para que suelten todo su sabor. Pasados unos 10 minutos, incorporamos el caldo de pescado y dejamos otros 15 minutos cocinando, fuego medio.



Una vez hecho esto, dejamos enfriar para no quemarnos, y pasamos a un recipiente donde podamos triturarlo. Hacedlo con cuidado para no mancharlo todo, exactamente al contrario de lo que yo hago...


Lo trituramos todo bien durante un buen rato, y lo pasamos con un colador un par de veces, para intentar eliminar todos los trocitos de cáscara que queden.



Ya tendríamos la cremita.



Hay que decir, que calentita y con un par de gambitas peladas a la plancha encima, ya nos serviría como cena. También nos puede servir para paellas, suquets...

Vamos con el plato. Yo esta vez he usado estos ingredientes por que estaban de oferta en el super, pero os animo a que innovéis y experimentéis con otros distintos, la fideuá admite casi cualquier alimento.

Lo primero de todo es freír los fideos. A ver. Mi suegro me comentó, sutilmente y con mucho tacto (¡un saludo Pablo!), que en vez de freírlos en aceite, había que tostarlos en seco, en un recipiente caliente. Yo los voy a freír en aceite con unos ajitos laminados, porque siempre lo he hecho así y no quiero jugármela, pero de nuevo os invito a que probéis y me escribáis que tal os ha ido. Lo dicho, 5 minutitos dándoles vueltas hasta que se tuesten un poco, sacamos, reservamos y escurrimos todo el aceite que puedan tener. Aquí veis las manos de mi señora, moviendo los fideos, que me echa un cable de vez en cuando.


Lo siguiente que hemos de hacer es cocinar un poco la sepia, las gambas y las setas, por este orden, y todo en el mismo recipiente. La sepia entera, con los ajitos laminados, un chorrito de aceite, sal y el perejil, la tenemos un par de minutitos por cada lado, y reservamos.



Lo siguiente, las gambas. A mi, el marisco que gusta flambearlo, para que realce el sabor. Para ello, cuando lleven un minutito las gambas cocinando, ponemos el fuego fuerte, apagamos la campana extractora si tenemos (¡no queméis la casa!), le echamos un chorrito de Brandy (el que queráis) y le damos fuego con un sopletito. Saldrá llama hasta que el alcohol se queme, luego cocinamos normalmente unos minutos más. Sacamos las gambas y reservamos.


Por último, las setas. Las laminamos y las salteamos hasta que pierdan todo el agua, con un poco de pimentón (dulce o picante, al gusto) y sal. Reservamos.


Ahora si, en el fondo que hemos hecho con las gambas, la sepia y las setas, vamos a hacer el sofrito de la fideuá. Yo, esta vez, he hecho trampas y he comprado una bolsita de verduras variadas, ya peladitas y troceaditas, que para cuando vas con prisa son muy útiles, pero si no con una cebolla y un par de pimientos haríamos el sofrito.



Sofreímos las verduras con un poco de sal a fuego lento hasta que estén bien pochadas. Incorporamos 2 o 3 cucharadas soperas de salsa de tomate, removemos y añadimos un poco de crema de gambas. Dejamos cocinar 5 minutos mientras troceamos la sepia.


Enciende el grill de horno para que se vaya atemperando, y pon a calentar el caldo de pescado o el agua. Introduce en la cazuela la sepia y las setas. Remueve y deja cocinar 5 minutos. Incorpora las gambas y vuelve a remover. Cuando estén todos los ingredientes bien mezclados, introduce los fideos y remueve bien unos minutos. Incorpora el caldo de pescado o el agua, bien calientes, de manera que cubran ligeramente todos los fideos. Revuelve bien con una cuchara para separar los fideos, deja cocinar un par de minutos, comprobando que esté bien de sal, e introduce el recipiente al horno. Déjalo al grill entre 8 y 10 minutos. 

Mientras tanto, vamos a hacer el alioli. Para el que no sepa hacerlo, que mire cualquier vídeo de Arguiñano (maestro), que lo hace facilísimo (yo aprendí así). En un recipiente transparente, incorporamos un huevo con una pizca de sal, un diente de ajo, un chorrito de vinagre, perejil y medio litro de aceite de girasol. Ponemos la batidora en el fondo del recipiente, batimos en el fondo sin moverla hasta que empieza a emulsionar. Subimos poco a poco hasta que este hecha. Rebajad un con un chorrito de leche para que quede más cremoso.

Ahora sí, retira la fideuá del horno, deja reposar y a zampar!!



Os sigo animando a que me deis vuestras impresiones, dudas, críticas, chistes verdes o lo que sea. ¡Hasta la próxima!

viernes, 1 de febrero de 2013

Solomillos en salsa ligera

Hola a tod@s!



Ya estoy aquí de nuevo, esta vez con una carne fácil fácil, y que se puede guardar en la nevera en tupper para toda la semana. Al grano!

INGREDIENTES:

2 Solomillos de cerdo
1 cebolla
10 dientes de ajo
1 puerro
2 cebolletas
1/2 litro leche
1 bote de leche evaporada
1/4 litro agua
Pimienta
Tomillo
Sal
Aceite

Al lío! Como veréis, ya tengo preparados los dientes de ajo, pelados y lavados, y los solomillos, salpimentados y con el tomillo. Yo, además, les hecho un poco de ajo en polvo (¡¡me encanta el ajo!!).


En una cazuela, ponemos a calentar un buen chorro de aceite a fuego medio. Aplastamos un poco los ajos y se los incorporamos al aceite. Lo que debemos hacer es sellar las piezas de carne, para ello, las doraremos unos tres minutos por cada cara en el aceite caliente. Seguidamente los sacamos del fuego y reservamos.



En esa misma cazuela, introducimos la cebolla ,las cebolletas bien picaditas y la sal, que ayuda a los alimentos a que se deshagan. Dejamos pochar a fuego medio durante unos 20 minutitos, hasta que se cocinen bien los ingredientes.


TRUCO: Si se os pega el sofrito al fondo, echadle un chorrito de vino blanco, cava, cerveza... cualquier bebida blanca con alcohol; ésta despegará el "socarrat" del fondo.

Cuando vuestro fondo tenga más o menos este aspecto, incorporar la leche evaporada, la leche y el agua. Cuando empiece a hervir, introduce los solomillos y dejar cocinar a fuego suave entre 15 y 20 minutitos.


Pasado el tiempo, sólo tenéis que retirar los solomillos, triturar la salsa con la batidora, trinchar la carne y servir. Yo, como acompañamiento, he cortado en tiras finitas un puerro y lo he frito en aceite muy caliente unos 2 minutos. A comer!




Os sigo animando a que comentéis lo que más os guste, a que critiquéis lo que más os desagrade y, sobre todo, que probéis estas recetas. ¡Hasta la próxima!