martes, 9 de diciembre de 2014

Carré de cordero


¡Hola a tod@s!

Hoy os traigo una receta deliciosa, un poco laboriosa pero exquisita, un carré de cordero al horno, con una reducción de su jugo, vino tinto y miel de caña. ¡Sin palabras!


INGREDIENTES

Costillar de cordero
Miel de caña
1 botella vino tinto
1 vaso de vino blanco
2 cebollas
2 pimientos
1 apio
1 ñora
3 patatas
Ajos
Aceite de oliva
Agua
Perejil
Pimienta
Tomillo


Para preparar el carré, cogeremos el costillar y lo dividiremos primero en partes, de unas 4 chuletillas más o menos. Seguidamente, limpiaremos la carne del hueso, ayudándonos con un cuchillo, tirando de ella hacia abajo y envolviendo con ella la parte de la carne. Podéis ahorraros este proceso si le pedís al carnicero que os lo prepare. Reservamos los recortes para preparar la salsa más tarde.


Bridamos bien nuestros costillares envolviéndolos con cuerda de cocina, para que no se nos desparrame al cocinarlos.


Ahora vamos a sellarlos en aceite bien caliente, junto con un par de ajos cascados.


Los doramos por todas las caras, sin añadir sal.


Reservamos en una fuente que valga para horno


Añadimos perejil, pimienta y tomillo picados, dos dientes de ajo picado, un chorrito de aceite de oliva y para el horno. Y ahora si, la sal. Yo además, he recubierto los huesos con papel de aluminio para que no se quemen en el horno (sobre todo a la hora de presentarlo, pero vamos, que no es necesario si no queréis).


Voy a preparar también unas patatas al horno para que se hagan con el cordero. Pelamos unas patatas, las cortamos en rodajas finas y las metemos en agua, para lavarlas y que suelten almidón. Igualmente, cortamos cebolla en juliana finita.


Untamos el fondo de una fuente de horno con aceite de oliva, y luego vamos montando capas de patata, cebolla, perejil picado y sal, una tras otra.


Finalmente, añadimos medio vaso de vino blanco (opcional), un vaso de agua y  lo tapamos con papel aluminio, que nos ayudará a que no se queme la parte superior. Perforaremos toda la superficie del papel aluminio con pequeños agujeros, ayudándonos de un cuchillo o un tenedor, para dejar que salga el vapor.


¡Y al horno! Las patatas necesitan mucho más que el cordero, os digo los tiempos aproximados y ya vosotros os organizáis. Las patatas entre 1 hora y media y 2 horas a 180º - 200º necesitan, mientras que el cordero yo lo he tenido 3 horas a 100º - 120º, para finalmente ponerlo a 200º con el grill a tope durante 5 o 10 minutos (depende del cordero, el mio era pequeñito).


Por otro lado, en el mismo recipiente donde hemos sellado las costillas, vamos a sofreir las partes que habíamos reservado de limpiar los huesos y demás.


Añadimos la ñora, el apio, la cebolla y los 2 pimientos limpios y en trozos gruesos. Va a ser la bresa de nuestro cordero. Salpimentamos y dejamos rehogar un buen rato, removiendo de vez en cuando, que todo vaya soltando su juego.


Cuando ya esté la verdura blandita y el cordero cocinado, añadimos la botella de tinto. Podéis usar el que más queráis, pero yo siempre recomiendo usar un buen vino para cocinar, ya que no deja de ser un ingrediente más.


Ahora hay que dejar que reduzca todo el alcohol del vino.


Lo pondremos a fuego medio hasta que pierda casi todo el líquido.


Ahora colamos el caldo, que deberá estar algo espeso, con ayuda de un chino o un colador.


Finalmente, añadimos un par de cucharadas de miel de caña, removemos y ponemos a fuego suave para acabar de reducir la salsa. Cuanto más tiempo le demos, más espesa quedará la salsa, y con más sabor.

Y ya está, solo queda montar el plato.


Con el cordero siempre va bien algo de verde para desgrasar, así que le he puesto unos canónigos aliñados.


Como siempre, saludos a todos los que estáis detrás de la pantalla del móvil o el ordena, siguiendo estas humildes recetas y animándome a hacer otras nuevas.


Que tengáis felices fiestas, cuidadito con las Navidades, que están a la vuelta de la esquina, y que comáis mucho y bien.

¡Hasta la próxima!

P.D.: Y lo más importante, ¡disfrutad de vuestras familias!

jueves, 30 de octubre de 2014

Cocochas al pil-pil


¡Hola a todos!

Hoy os traigo una de mis recetas favoritas, las cocochas al pil-pil... yum! Mi tía Mari las prepara de fábula, hoy vamos a intentar que nos salgan por lo menos igual de buenas. ¡A cocinar!



INGREDIENTES

Cocochas (de merluza o de bacalao)
Ajos
Guindilla
Aceite de oliva
Cebollino (opcional)
Sal

La cococha es la parte de abajo de la barbilla de la merluza o del bacalao, y personalmente el bocado más delicioso del pescado. Esta vez he encontrado éstas de merluza congeladas a buen precio, aunque las de bacalao suelen estar más cotizadas. Sean cual sean se cocinan igual.


Lo primero que hay que hacer es limpiarlas bien. Para ello, nos ayudaremos con un cuchillo bien afilado e iremos cortando la telilla lateral que sobresale.


Con un poco de paciencia, en un rato las tendremos bien limpias. Reservamos los restos que cortemos.


En una sartén pondremos a calentar medio dedo de aceite de oliva, donde freiremos el ajo laminado y la guindilla.


Una vez esté el ajo bien dorado, lo sacamos del fuego y lo reservamos en papel absorbente. Desechamos la guindilla.



Ahora vamos con las cocochas. El asunto del pil-pil está en la reacción que hace la gelatina que se encuentra en la piel (proteína) del pescado con una grasa, en este caso, el aceite de oliva. Os voy a ser sinceros, a mi no me ha sido fácil. Han sido muchos intentos dándole vueltas a la cazuela sin conseguir que se montara mi pil-pil. Y es que son muchas cosas las que influyen en la receta: la cantidad de aceite, el recipiente, la temperatura, el "meneo" en si mismo... En fin, no me enrollo más y sigo con la receta.


La receta dice que hay que freír las cocochas con la piel hacia arriba a fuego suave, sacarlas del fuego y menear en círculos para que las cocochas suelten su gelatina, y así ir montando poco a poco el pil-pil. Aprendiendo de errores pasados, vamos a aprovechar la proteína de las pieles que le hemos quitado a las cocochas, friéndolas en el aceite a fuego suave durante unos minutos, apagando el fuego y dejar que se temple el conjunto en la sartén.


Retiramos los restos de la sartén y, ahora sí, incorporamos las cocochas, de una en una y con la piel hacia arriba.


Le damos un calentón y rápidamente lo retiramos del fuego. Empezamos a darle vueltas completas, con paciencia y constancia. Por cierto, agradecer al peazo pinche que me ayudó en esta ocasión y pude hacer las fotos (¡un abrazo primo!).


El aceite no debe estar demasiado caliente para que el pil-pil monte. Según vayamos meneando la sartén el aceite debe emulsionar hasta conseguir una salsa brillante y gelatinosa.


Una vez montado el pil-pil la receta estará lista.


Yo lo he emplatado en una rebanada de pan tostado, con los ajos que hemos dorado, un poco de cebollino picado y sal negra. ¡Espectáculo!


Espero que os guste la receta, y sobre todo que la pongáis en práctica.


Gracias a todos los seguidores del blog, espero poner nuevas recetas pronto y mientras tanto, ¡que seáis felices!

¡Hasta la próxima!

miércoles, 27 de agosto de 2014

Hummus


¡Hola a tod@s!

Acabando el veranito, hoy os traigo otra receta fresquita: hummus. Que no es otra cosa que un puré de garbanzos frío y aliñado procedente de la cocina árabe. ¡Vámonos!



INGREDIENTES:

Garbanzos
Ajo
Semillas sésamo
Limón
Aceita oliva
Agua
Perejil
Pimentón
Pimienta
Cominos
Sal


Para hacer el hummus lo primero que necesitamos es tahini, una salsa o pasta típica también de la cocina árabe, que se hace con semillas de sésamo, sal y agua o aceite.


Las semillas de sésamo es un ingrediente al que últimamente me estoy aficionando bastante, tanto para dar sabor, como para decorar. Se pueden adquirir fácilmente en grandes superficies (si no las encontráis, buscad por la zona de dietéticos).


Las semillas de sésamo deben de estar tostadas para que el tahini tenga todo su sabor. Las que yo he comprado venían ya tostadas, si no, deberíamos saltearlas ligeramente en una sartén sin nada de aceite hasta que cojan color.


Mezclaremos un par de cucharadas soperas de semillas con una pizca de sal y una cucharada de agua. Las iremos triturando y añadiendo agua o aceite poco a poco. Yo he usado un par de cucharadas de agua y una de aceite. Ya tenemos la salsa tahini.


Vamos con los garbanzos. Como he usado garbanzos de bote, mi hermana me ha recomendado que les pegue un agua, así que así he hecho. Los dejamos escurrir.


Ahora solo queda mezclar todos los ingredientes. Yo he usado vaso, pero si no tenéis podéis usar una batidora normal.


Yo he usado un bote de garbanzos, dos dientes de ajo pelados y lavados, el zumo de un limón, un chorrito de aceite de oliva, una pizca de sal, un poco de pimienta, unas hojitas de comino y dos cucharadas soperas del tahini que hemos preparado.


Mixamos bien...


Y ya tenemos nuestro hummus. Debe de quedar bien espesito.


Lo metemos a la nevera ya que se debe de comer frío.


Y sólo nos faltaría emplatar.


Añadimos perejil fresco picado, pimentón dulce o picante (si es de La Vera, mejor) un chorrito de aceite de oliva y limón al gusto.


Se puede comer con palitos de pan, piquitos, tostas...


Pues ya está, perfecto para cenar, de entrante, como aperitivo...

Como siempre, saludos a todos los seguidores de comescosasqueharianvomitaraunacabra.blogspot.com , espero que hayáis pasado unas felices vacaciones, porque ahora soy yo el que me voy.

¡Hasta la próxima!