miércoles, 6 de enero de 2016

Bacalao con nata (o Bacalhau com natas)


¡Hola a tod@s!

Hoy traigo una receta típica portuguesa que me pidió una seguidora del blog hace ya algún tiempo, muy rica y sencilla de preparar.

Es una preparación magnífica para los peques de la casa, sobre todo a los que les cuesta comer pescado, y además podemos conservarla en la nevera una vez hecha durante varios días, o conservarla sin hornear en el congelador durante muchos más.


Se trata de una especie de pastel con patata, bacalao, normalmente desalado, aunque nosotros lo vamos a usar fresco, y cubierto de bechamel y gratinado. ¡A por él!

INGREDIENTES

Bacalao fresco
Patatas
Cebolla
Ajo
Leche
Mantequilla
Harina
Aceite de oliva
Pimienta
Sal

Empezamos cortando las patatas en rodajas finas, como para una tortilla de patata.


Las lavamos bien y las freímos hasta que estén bien doradas.


Una vez fritas, ponemos las patatas con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y las salpimentamos.


Colocamos las patatas ya fritas en el fondo de una fuente apta para horno, formando una capa de base.


Por otro lado, ponemos en una cacerola leche a calentar, sin que llegue a hervir, donde le daremos un hervor a estos magníficos filetes de bacalao.


Escaldaremos los lomos del bacalao en la leche durante unos 3 minutos cada uno.


Retiramos y una vez frío el pescado, procederemos a desmenuzar y eliminar todas las espinas que veamos.


Por otro lado, cortamos finito una cebolla y unos dientes de ajo.


Vamos a pocharlos en aceite de oliva durante un buen rato, sin prisas y a fuego débil.


Me encanta el olor que desprende el ajo cuando lo echas cortadito en la sartén.


Una vez el sofrito se haya confitado, añadimos el bacalao desmenuzado. Salpimentamos, removemos y dejamos cocinar 5 minutitos.


Colocamos el bacalao en la fuente sobre las patatas, formando una capa.


Por último, vamos a preparar la bechamel, usando la misma leche en la que hemos escaldado el bacalao. Cogemos una cucharada sopera de mantequilla, ponemos un fuego medio - flojo para que no se nos queme y la derretimos en una olla.


A continuación, añadimos aproximadamente la misma cantidad de harina que de mantequilla. Cocinamos bien con cuidado de que no se queme, removiendo sin parar.


A esto se le llama roux, creo que ya os lo he dicho alguna vez, y es la base de la mayoría de salsas. La harina debe de quedar bien cocida.


A continuación, vamos a ir añadiendo la leche en la que hemos escaldado el bacalao. Lo haremos poco a poco y sin parar de remover, para que no nos salgan grumos. Si la leche está caliente, será más difícil que nos salgan grumos. Dejaremos la bechamel no demasiado espesa, ya que en el horno espesará.


Finalmente, vertemos la bechamel en la fuente, cubriendo bien el resto de ingredientes.


Horno a 180º durante 10 minutos, y 5 minutos más con el grill, vigilando que no se nos chamusque.



Aunque yo no lo he hecho, podéis ponerle un poco de queso por encima, o tunearlo como más os guste.


Y hasta aquí la receta, espero que os haya gustado y que probéis a hacerla.


Empecé a escribir la receta antes de Navidad, y he acabado el día de Reyes (es lo que tiene tener dos peques en casa), así que ¡Feliz Año a todos!

¡Hasta la próxima!